Se dice cuando te mandas a hacer algo sin tener ni idea de cómo va a salir, a puro instinto y con cero garantías. Es como meterte en un callejón sin linterna y esperar que todo salga bien. Sirve para decisiones, planes improvisados o jugadas arriesgadas. Da sustico, pero a veces funciona y uno queda como un berraco.
"Me fui pa' Valledupar sin plata ni plan, me tiré a lo oscuro y terminé tocando en una parranda con unos manes que ni conocía."