En La Pampa se usa para decir que alguien se hace el vivo y esquiva responsabilidades, favores o quilombos, como si fuera un torero gambeteando al toro. Es cuando te hacés el distraído para no laburar o no hacerte cargo de nada. Y hay que admitir que, cuando sale bien, tiene su picardía.
"Mirá al Carlitos, se toreó toda la semana con la mudanza y ahora la patrona lo tiene a los gritos acomodando cajas hasta las tres de la mañana."
En Bolívar se usa para hablar de alguien que se escabulle de una tarea o compromiso, como quien le hace quites a un toro. Es cuando te haces el loco para no asumir una responsabilidad que claramente te toca. Es medio fastidioso para el resto, pero hay que admitir que a veces la creatividad para torearse las cosas da risa.
"Ese pana siempre se torea pagar la ronda, se hace el que va al baño y cuando vuelve ya todo el mundo soltó la plata, qué vivo el carajito."