Se usa cuando algo salió mal y ya no hay forma de arreglarlo, así que solo queda resignarse y tomárselo con humor. Es como decir que el tema está muerto, que ya no vale la pena preocuparse. Suena medio trágico pero también chistoso, porque a veces no queda otra que reír para no llorar.
"Perdí mi celular en la chacra, se lo llevó la lluvia y seguro ya está en el río... ya fue, nomás me tocará volver al Nokia ladrillo"
Expresión muy usada para decir que algo ya no tiene arreglo, que la cosa se perdió o simplemente ya pasó y no vale la pena seguir dándole vueltas. Se usa con resignación, pero muchas veces también con humor, como aceptando el destino con calma y un poco de filosofía callejera. Y hay que admitir que tiene su gracia.
"¿Te cancelaron el viaje a Huaraz por la lluvia y encima se malogró la combi? Ya fue, causa, nos quedamos en casita con cancha, queso y una chelita bien helena."