Expresión muy mexicana para mostrar sorpresa, decepción, molestia o resignación cuando algo sale mal o simplemente no te late. Es como un queja medio chill, sin llegar al drama máximo. Se usa un montón entre compas y en la calle, y la neta es bastante versátil para casi cualquier situación incómoda.
"Chale, iba bien emocionado por mis tacos al pastor y que me dice el taquero que ya se acabaron, mejor me regreso a mi casa a llorar tantito."
Interjección muy mexicana que se usa cuando algo sale mal, te decepciona o simplemente te parece una lata. Puede expresar tristeza, molestia o resignación, como un ay no manches pero más cortito y con más flojera. Es de esas palabras comodín que sueltas cuando la vida te da un pequeño golpe y solo te queda suspirar.
"Chale, me arreglé bien chido pa' la fiesta y al final la cancelaron por una tormenta bien fea"
Se utiliza para expresar una mezcla de envidia y admiración cuando alguien cuenta una experiencia increíble que parece inalcanzable.
"Tu compadre se fue de mochilazo por Europa con dos pesos y volvió con acento chistoso... ¡Chale! Yo aquí no tengo ni para las chelas del viernes."
Se utiliza para expresar sorpresa, decepción o incredulidad. Es como decir 'vaya' o 'no puede ser'.
"¿Te caíste de la bici otra vez? Chale, ya mejor cómprate rueditas."
Se utiliza para expresar sorpresa o asombro, a menudo ante algo impresionante o inesperado.
"Cuando Doña Tere sirvió cazuelas humeantes de machacado con huevo, no pude evitar exclamar: 'Chale, esto calienta hasta el corazón carnívoro más frío.'"
Expresión utilizada para expresar decepción o frustración, especialmente en situaciones inesperadas o desafortunadas.
"Me puse mis mejores botas para la fiesta, pero al llegar me di cuenta de que era ayer. Solo pude decir: ¡Chale, todos ya están desayunando menudo!"
Es como decir '¡vaya!' o mostrar sorpresa, desánimo o decepción. Se usa cuando algo no salió como lo planeado o simplemente te sorprende.
"Me dijo el morro que iba a llegar temprano y nada, otra vez se quedó dormido... ¡chale!"
Expresión utilizada para mostrar sorpresa, incredulidad o resignación ante situaciones inesperadas o inverosímiles.
"Cuando vimos cómo mi tía ahuyentaba la nube de monos con solo un chiflido y dos pasos de cumbia, solo pude decir: Chale, esto sí es saber bailar y sobrevivir."
Expresión súper chilanga que sirve para casi todo: sorpresa, decepción, molestia, resignación o incredulidad. Es como un suspiro hecho palabra cuando algo sale mal o alguien se pasa de lanza. Según el tono puede sonar a queja, burla o simple cansancio de la vida. Y la neta, es de las joyas del vocabulario chilango.
"¿Neta cancelaron la peda porque a Juanito le dio flojera salir? Chale, ya me había bañado y hasta me puse los tenis chidos."
Interjección bien chilanga para soltar cuando algo te saca de onda, te decepciona o te da coraje. Sirve para reaccionar a una mala noticia, a un plan que se cae o a una mini tragedia cotidiana como tirar el café. No es insulto, pero sí trae ese saborcito de frustración resignada.
"¿Qué? ¿Otra vez se paró la Línea 3? Chale, ya ni porque salí temprano, voy a llegar tardísimo al jale."
Expresión multiusos muy típica del centro de México que puede mostrar sorpresa, decepción, molestia o resignación, según el tono y la cara que pongas. Es como un suspiro hecho palabra para cuando todo sale mal, te quedas sin plan o la vida se pone medio culera. Y hay que admitir que suena suave hasta cuando estás bien encabronado.
"Se me fue el último metro, traigo cero datos y encima olvidé la cartera en la combi, chale, ya solo me falta que llueva para completar la novela."
Clásica expresión mexicana para soltar frustración, sorpresa o desilusión cuando algo sale mal o te deja sacado de onda. En Puebla se usa un montón para decir que algo está gacho, que no te late o que simplemente te cayó como balde de agua fría. Es como un queja leve pero con estilo, y la neta suena bien sabroso.
"Chale, me arreglé bien chulo pa' la fiesta y al final cancelaron todo por la lluvia, ni modo que me quede con el outfit guardado"