Palabra muy usada en México para referirse a un niño o a un joven, casi siempre con tono cariñoso y relajado. También puede sonar un poco regañona si el chamaco anda haciendo travesuras o portándose medio menso. Es de esas palabras que se sienten de barrio y familia, y la neta tiene bastante encanto.
"Ese chamaco del vecino se aventó a la playa en chanclas, sin bloqueador y sin avisar, y luego regresó todo rojo como camarón bien cocido"
Forma muy coloquial y cariñosa de llamar a un niño o a un chavo joven, casi siempre cuando anda inquieto, juguetón o haciendo alguna travesura. Es típica del español mexicano y suena cercana, como de barrio y familia. A veces también se usa con tono regañón, pero en el fondo tiene bastante cariño y un toque de burla.
"Ese chamaco se trepó a la azotea del vecino, se llevó la piñata y todavía tuvo el descaro de gritar que era operación secreta nivel experto."
Se usa para referirse a un niño o joven, generalmente con cariño, especialmente cuando está haciendo alguna travesura.
"Ese chamaco siempre anda metiéndose en líos, el otro día se trepó al árbol del parque y no sabía cómo bajar."
Se usa para llamar a un niño o chavo, normalmente con tono familiar. Puede sonar cariñoso o medio regañón, según cómo lo digas, tipo cuando el chamaco anda inquieto y no se está quieto ni dos segundos. En Chiapas se oye un montón en casa, en la calle y hasta en la tienda. Y sí, las abuelitas lo dominan.
"Chamaco, ya siéntate tantito, hombre. Traes más pila que radio de combi y vas a tumbar el refresco otra vez en la mesa."
En México, chamaco es una forma muy común de decir niño o chavo, normalmente con tono familiar o medio regañón, según cómo lo sueltes. Sirve para hablar de un crío, de un adolescente o hasta de alguien ya grandecito si lo ves bien morro. Es de esas palabras que te persiguen si tienes cara de bebé.
"No te pases, profe, al chamaco se le fue el pedo y apenas está aprendiendo a amarrarse las agujetas, échale tantita paciencia."
En Puebla se usa chamaco para hablar de un niño o chavo joven, casi siempre con tono cariñoso, aunque sea medio travieso o desmadroso. Puede ser tu hijo, tu sobrino o el vecino que nunca se está quieto. Es de esas palabras que suenan regaño, pero en el fondo llevan un montón de cariño.
"No manches, ese chamaco del vecino ya le echó agua a los gatos, tiró la maceta de la abuela y todavía anda corriendo por la azotea bien campante"
Palabra usada para referirse a un niño o joven, muchas veces en tono de pana. Como decirle 'bro' pero a los chavales.
"Mae, ese chamaco es todo un crack jugando fútbol, debería estar en la Sele."