En Campeche y en buena parte de México, chulear es echarle flores a alguien, piropear o halagar de más, a veces con intención de quedar bien o de ligar. Puede sonar tierno o medio empalagoso, según el tono y la confianza. Vamos, que te suben el ego a cucharadas y tú ni cómo bajarlo.
"En la posada se la pasaron chuleando a María por el vestido y el peinado, y ya andaba bien creída, como si fuera la reina del malecón."
En Chiapas chulear es echarle flores a alguien de forma tan exagerada que ya huele a que quieres algo a cambio. Es como halagar, pero con maña y con la mira puesta en un favorzote o en sacar ventaja. A veces se nota tanto la intención que hasta da risa, aunque también puede dar un poco de pena ajena.
"Ayer Luis se la pasó chuleándome la camisa, que muy elegante, que muy fino el estilo, y hoy amaneció bien sonriente pidiéndome otra vez la camioneta para irse al antro con los cuates."