En Nariño se usa para decirle a alguien que deje la pereza, que pare de hacerse el vago y se ponga a hacer algo útil. Es como un jalón de orejas pero en versión costeña andina, con cariño pero con presión. Suena suave, pero el mensaje es claro: muévase, que aquí nadie vino a decorar la silla.
"Parce, deja la vara y venga a ayudar a mover estas cajas, que usted ahí tirado parece adorno de sala de la abuela."