Se usa para decir que alguien está bostezando o perdiendo el tiempo, como si intentara cubrir una situación aburrida o lenta.

"¡Deja de echarle arena a la reunión y suelta lo que piensas de una vez, parcero!"

Se usa cuando alguien corta el rollo, apaga la pasión o arruina una situación que venía prendida, ya sea romántica, carrete o cualquier momento emocionante. Es como tirarle arena al fuego para que se apague. Suena suave, pero igual da rabia cuando justo estabas pasándolo la raja y llega el aguafiestas de turno.

"La Caro por fin estaba coqueteando conmigo y llega el Pancho a echarle arena contando sus dramas con la ex, dejó la cuestión más fría que la brisa de Coquimbo en invierno."

Se usa cuando improvisas algo medio cutre para tapar un fallo o para disimular que falta chicha. Es como meter relleno, marear un poco la perdiz y hacer que parezca que todo está bajo control. No es un engaño hardcore, más bien un truquillo para salir del paso. Y oye, a veces funciona mejor de lo que debería.

"No tenía ni la mitad del trabajo hecho, pero en la reunión le eché arena, solté cuatro diapositivas random y el jefe salió pensando que éramos la NASA de Bilbao"

Expresión bien chilena para decir que cortaste algo de raíz, que le pusiste el freno y lo apagaste al tiro. Se usa para terminar una relación, parar un cahuín o bajarle el humo a una situación que venía tóxica o peligrosa. La idea es esa, tirarle arena al fuego para que no siga prendiendo.

"El loco ya estaba puro webiando y armando drama, así que le eché arena nomás y chao. Ahora estoy piola, sin cahuines y con la mente en paz."

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