En Quindío se usa para cuando alguien se pone todo agrandado, hablando como si fuera la última Coca-Cola del desierto. Puede ser porque presume, exagera historias o se cree más fino que los demás. Es como decir que se le subieron los humos a la cabeza, y la verdad, a veces da más risa que rabia.
"Parce, apenas le subieron el sueldo a Mauricio y ya se empezó a elevar con que ahora solo viaja en business y toma café de origen, qué pereza ese man."
En el chismecito mexiquense, elevarse es hacerte el zen cuando por dentro traes el caos. Es mantener la cara seria, como si nada te afectara, aunque el chisme esté tan bueno que te quieres aventar al drama. Es fingir que no te importa, pero por dentro ya armaste la telenovela completa. Y la neta, a veces sí funciona.
"Cuando mi tía empezó a tirar indirectas bien gachas en la comida, me tuve que elevar bien duro para no soltar la carcajada y meterme en el chisme."
Forma divertida de decir que alguien se pone místico o profundo después de unos cuantos rones. Empiezan a hablar como si fueran filósofos iluminados, pero en realidad nadie les entiende.
"Anoche Carlos se elevó tanto que juraba haber resuelto el misterio del universo con tres maracas y un cuaderno."
Se dice de alguien que se agranda y se cree la gran cosa de la nada, como si estuviera por encima del resto. Vamos, que le subió el ego a la cabeza y ahora anda con aires de superioridad sin tener con qué. Se usa mucho para bajarle la llanta a quien se pone sobrado.
"Oe, ¿y el Cholo Julio? Ya ni saluda el pata. Se ha elevado porque ahora vende anticuchos en su carrito y se cree empresario."