Se dice de alguien que está inquieto, acelerado o que no para ni un segundo, como si tuviera un motorcito metido en el cuerpo. La imagen viene del motelo, una tortuga amazónica, y del agua moviéndose sin parar. Es una forma bien de la selva para decir que alguien anda hiperactivo.
"Desde que se tomó su Inca Kola, el chibolo está como agua de motelo, sube al sillón, baja, corre por la sala y no hay quien lo siente a comer."