Se usa cuando alguien está empanado, despistado o hablando sin rumbo, como si tuviera la cabeza flotando por ahí sin anclar. También puede ser que esté rayado con sus cosas y no se entere de lo que pasa alrededor. Vamos, que no está muy centrado que digamos, pero a veces tiene su gracia verlo.
"Niña, le he preguntado tres veces la hora al Dani y sigue mirándome con cara de pez, ese niño hoy está en la maroma pero bien gorda."
En Honduras se usa para decir que alguien está metido en un lío serio, con mil cosas encima y tratando de no hundirse. Es como ir haciendo equilibrio en una cuerda floja mientras todo se complica alrededor. Suele hablar de estrés, deudas, broncas familiares o cualquier situación donde sientes que ya no das para más.
"Mirá vos, desde que me metí a pagar ese carro fiado ando en la maroma con las cuotas, los recibos de la luz y hasta la doña reclamando que nunca estoy en la casa."