Se dice cuando alguien está reventado, hecho polvo, ya sea por cansancio, por un disgusto o porque se ha pegado una buena paliza física. También puede usarse para cosas que han quedado destrozadas o hechas un lío. Vamos, que cuando estás hecho un cisco no estás para muchas alegrías, más bien para sofá y manta.
"Entre la peña, los kalimotxos y la charanga dando guerra hasta las tantas, hoy estoy hecho un cisco, si me siento en el banco de la plaza me quedo frito fijo."
Se utiliza para describir a alguien que ha pasado tantas horas navegando por internet sin sentido ni propósito, que su cara parece pixelada y su cabeza un caos de memes y gifs.
"Tras cinco horas viendo vídeos de gatos y recopilaciones de fails, Raúl salió del cuarto medio derretido; estaba hecho un cisco totalmente."
Se dice de alguien que se ha zampado tan generosamente una paella fallera con todos los sacramentos, que no puede levantarse del sofá y su estómago encara la resaca alimenticia como un titán caído en combate.
"Después del arros al forn, Carlos no podía ni con su alma y estaba hecho un cisco; hasta planteó llamar a una grúa para irse a la cama."
Se refiere a cuando alguien está muy cansado o desordenado, como si hubiera pasado por una situación agotadora.
"Mira a Joaquín, lleva días trabajando sin parar y ahora está hecho un cisco; lo confundí con el perchero del salón."
Se dice cuando alguien está reventado, destrozado o hecho polvo, ya sea de cansancio o porque va hecho un cuadro, todo despeinado y con pinta de haber sobrevivido a un tornado. Es como decir que estás para el arrastre, sin fuerzas y con cero glamour. Y oye, tiene su gracia incluso cuando vas hecho un cisco de verdad.
"Entre la peña, la charanga y los cubatas del pueblo, llegué a casa a las ocho de la mañana hecho un cisco, con la camisa por fuera y ojeras que parecían del Pirineo entero."