Se le suelta a alguien cuando subió de peso un buen y ya se ve bien rellenito, como piñata antes de la posada. Es comparación medio carrilluda, de esas que se dicen entre compas o familia con confianza, porque si no, se arma. Muy de cotorreo norteño y bien gráfica, la neta.
"No manches, desde que dejó el gym y se clavó con los tamales, el vato quedó gordo como piñata y ya ni se abrocha la chamarra."