En Yucatán se usa para decir que vas a ir por una torta bien sabrosa y llenadora, casi siempre cuando traes un hambre brutal. Es como anunciar misión comida seria, nada de picar ligero. Suena a planazo de barrio y, la neta, solo de decirlo ya da hambre y antojo duro.
"Ya escuché a mi panza rugir, no hay nada en el refri, voy a jalar una torta de cochinita en la esquina antes de que me desmaye del hambre."