En Misiones se le dice ñacurutú a alguien que anda colgado, en la luna, medio despistado, como si estuviera mirando al techo en vez de vivir el momento. Viene del nombre de un búho grande de la zona, así que la idea es esa cara de ave nocturna, seria y perdida. Suena tierno, pero pica un poco.
"Dale, Juan, no seas ñacurutú, mirá que empezó el partido hace rato y vos seguís buscando el control como si fuera un tesoro."