En Aragua se dice cuando alguien se pone a alardear, a echarse flores y a venderse como si fuera una estrella, casi siempre para impresionar a alguien o quedar como el más duro del grupo. Vamos, puro cuento con brillo. Puede sonar gracioso o fastidioso, según quién lo haga y cuánto se pase.
"Fuimos a la rumba y Julio arrancó a echarle trapo dizque tiene yate y contactos, y uno ahí, mirándolo como: ajá, ¿y la cuenta la pagas tú o qué?"