Se dice cuando estás tan a gusto que no te falta nada: cómodo, feliz y sin una sola preocupación. Puede ser por comer rico, descansar sabroso o porque todo te está saliendo redondo. Es como tocar el cielo un ratico, de esos momentos en los que dices: que nadie me moleste.

"Me eché en la hamaca después de una sobrebarriga con papas chorreadas y una limonada bien fría. Con esa brisita y cero afán, yo estaba en la gloria, ni el jefe me encontraba."

Se usa cuando alguien está tan cómodo y feliz que parece que vive en otro nivel, sin preocupaciones ni estrés. Es ese momento en que todo te sale redondo, la barriga llena, el clima rico y cero dramas. Básicamente, estás tan a gusto que ni te quieres mover, y la verdad es que provoca quedarse así todo el día.

"Hermano, con mi cevichito trujillano, su chicha heladita y esta brisita rica, estoy en la gloria, ni me hables de regresar a la chamba."

En Meta, decir que estás en la gloria es sentirte más feliz que un perezoso en hamaca, con brisita del llano, barriga llena y cero preocupaciones. Es estar tan cómodo y contento que casi te olvidas del calor y de los zancudos. Básicamente, momento perfecto de puro disfrute llanero, de esos que uno no quiere que se acaben nunca.

"Con ese amanecer llanero, el termo lleno de tinto y la mamona asándose despacito, yo estaba en la gloria, ni ganas de volver a la ciudad tenía."

Se dice cuando alguien está comodísimo, feliz y sin una sola preocupación, como si la vida fuera pura hamaca, sombra de mango y tereré helado. Es ese momento en que todo encaja, no hay drama y solo querés seguir ahí tirado disfrutando. La expresión suena muy tranquila y hasta da un poco de envidia cuando otro está así.

"Che, después del asado con mandioca, el tereré bien helado y la siesta en la hamaca, yo ya estaba en la gloria, ni ganas de mover un dedo tenía"

Se dice cuando estás tan a gusto que parece que te tocó el cielo: sin estrés, con la guata llena y la vida resuelta por un rato. Vale para un asado, una siesta con lluvia afuera o una chela heladita. No es nada raro, pero cuando lo sueltas, se entiende perfecto que andas feliz.

"Después del asado y la sobremesa eterna, me tiré en la reposera con una chela helada y quedé en la gloria mirando el cielo, ni ahí con volver a la pega."

Se usa cuando alguien está tan a gusto que parece que esté en el cielo, sin preocupaciones y disfrutando a tope. Puede ser por comida rica, por estar tirado en el sofá o por unas buenas fiestas del pueblo. Es como decir que estás mejor que en tu casa, y oye, suena hasta religioso pero con mucho salero.

"Entre las migas con uva, la longaniza de Graus y la bota de vino rulando por la mesa, el Manolo se recostó en la silla y soltó: estoy en la gloria, tú, que no me mueva nadie de aquí"

Se dice cuando estás tan a gusto que parece que te tocó el paraíso. Puede ser por comodidad, por comida rica, por un planazo o porque por fin te dejaron en paz. En Loreto encaja perfecto para una siesta con brisa o una buena jornada en el río. Vamos, que estás viviendo fino.

"Causa, con esta siesta en la hamaca y el vientecito del río estoy en la gloria. Si me llamas pa’ trabajar, me hago el dormido."

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