Se usa para decir que alguien está terco, plantado y no hay quien lo mueva, igualito que una llama emperrada en medio del camino. Es esa persona que le dices algo mil veces y nada, sigue en su rollo. Suena medio tierno, pero también es un jalón de orejas cariñoso para que afloje un poco.

"Hermano, estás en modo llama total, solo te pido que me acompañes al mercado un ratito, no te vas a derretir por caminar dos cuadras, deja de hacerte el terco pues."

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