En Lima se dice estar lampareado cuando alguien está medio atontado, desorientado o embobado, como si una luz fuerte lo hubiera dejado mirando al vacío. Puede ser por sueño, por resaca o porque le soltaron una noticia que lo dejó en shock. Es esa cara de pez mirando al infinito que da un poco de risa, la verdad.
"El profe me preguntó algo en plena clase y yo seguía tan lampareado por la trasnochada que solo lo miré fijo como faro de Chorrillos, sin soltar ni una palabra."
En Ecuador se dice estar lampareado cuando alguien anda todo perdido, aturdido o medio ido, como cuando te encandila una luz en plena cara y te quedas viendo estrellitas. Puede ser por sueño, por resaca o porque simplemente no le llega el agua al tanque en ese momento, pero igual hace gracia verlo así.
"Ñaño, estás tan lampareado que te subiste al bus equivocado y terminaste en el otro lado de la ciudad sin darte ni cuenta."