Se usa cuando algo está tan bueno que parece bendecido por los santos, ya sea comida, una siesta o hasta un beso. Es como decir que está perfecto, que no le cambiarías ni medio detalle. Muy de sobremesa puntana, y hay que admitir que cuando algo está para gloria se te cae la baba mal.
"Boludo, la lasaña que hizo la vieja anoche estaba para gloria, me comí tres platos y quedé tirado en el sillón como foca en la costa."