En Puerto Rico se usa para describir a alguien ingenuo, medio bobo o que no se entera mucho de lo que pasa. No es tanto maldad, más bien que es medio despistado y fácil de engañar. A veces se dice con cariño, a veces para vacilar fuerte. Y hay que admitir que suena bastante gracioso.
"No le cuentes el plan a Carlos, que es bien guayanés y termina choteando todo sin darse ni cuenta, después se hace el loco como si nada hubiera pasado"