En Junín, Perú, decir que alguien está jalado es soltarle que desaprobó un examen o que se quedó en el curso. Se usa mucho entre patas del cole o la uni, medio en burla y medio con cariño, como para decirle que está en aprietos. Duele, sí, pero también da risa si ya pasó el susto.
"Salí del examen todo confiado y mi causa me vio la nota y soltó: Mano, estás jalado feo, mejor ponte a estudiar antes del sustitutorio."
En Apurímac se dice que alguien está jalado cuando vive en la luna, siempre distraído, confundido o medio ido, como si hubiera salido sin cerebro de la casa. No es que sea malo, solo que el compa parece que funciona a otra frecuencia. Y hay que admitir que a veces da risa verlo tan perdido.
"Ese Raúl estaba tan jalado en la combi que se pasó de paradero, se bajó en otra punta del pueblo y todavía preguntaba si ya habíamos llegado al cole."