Se dice cuando algo está nuevito, impecable, recién estrenado, como salido de la caja. Es esa forma bien del norte de Argentina de presumir sin ponerse pesado: lo mirás y todavía parece que tiene olor a local. La imagen es medio absurda, sí, pero justamente por eso queda y da risa.
"Mirá la bici que me compré, chango: está patita de chancho, ni una rayita. La saco a la calle y ya me da miedo que me la miren fuerte."