En Venezuela algunos usan raptar para decir que algo te atrapa tanto que pierdes la noción del tiempo. Puede ser una serie, un juego, una conversa sabrosa o un plato de arepas bien resuelto. Es como si te secuestrara la atención, pero en buen plan, y la verdad es que suena bastante cómico.
"Marico, el juego nuevo me raptó feo, me senté a probarlo un ratico y cuando reaccioné ya eran las tres de la mañana y no había cenado ni nada."
En Risaralda y en buena parte del Eje Cafetero, raptar no es secuestrar ni nada oscuro, es más bien irse de fiesta, volarse del plan aburrido y caer a un parche bien sabroso sin pedir permiso. Es como desaparecerse un rato para rumbear duro, tomar algo, bailar y volver cuando ya casi están cantando los gallos.
"Parce, hoy me voy a raptar con los parceros pa' la 33, apagamos el celu y volvemos mañana todo enguayabados."
En La Pampa se usa en plan exagerado para decir que te llevás a alguien casi por la fuerza, pero en modo buena onda. Tipo caerle de sorpresa, no darle chance de inventar excusas y arrastrarlo a un asado, una juntada o la joda. No es un secuestro real, es más bien un secuestro de amistad.
"Ayer lo raptamos al Facu a la salida del laburo y lo llevamos de una al asado en lo del Rolo. Quiso tirar la de estoy cansado, pero ya tenía un fernet en la mano."