En el Valle del Cauca se dice regalazo cuando alguien llega a un lugar tan bien arreglado y con tanta actitud que parece un regalo gigante que cayó del cielo. Es como decir que la persona está tan impresionante que se roba todas las miradas. Suena exagerado, pero la verdad es que tiene su encanto bien caleño.
"Parce, cuando la Luisa se apareció en la fiesta con ese vestido rojo y esos tacones, todo el parche quedó mudo y la tía Marta solo alcanzó a decir que ese sí era un regalazo bien bravo"
Cuando alguien te da un regalo tan chido que piensas que es Navidad, tu cumpleaños y el Día del Niño, todo junto.
"¡Wey, me dieron unas vacaciones pagadas! Eso sí fue un regalazo de mi compa."
Emplea cuando alguien tiene un golpe de suerte gigante, como encontrar un billete que sobra en el pantalón tras la lavadora o que te llueva con oferta laboral soñada.
"Tío, ayer me encontré cien pavos en una chaqueta vieja y me sentí el chaval más regalazo del barrio."
Se usa para hablar de un regalo que está pasado de lanza de bueno, algo que no te esperabas para nada y que te deja con cara de qué está pasando. Puede ser porque está carísimo, porque te cayó del cielo o porque simplemente te consintieron bien machín. Y la neta, cuando alguien te da un regalazo así, hasta se te olvida pelearle.
"No manches, güey, mi jefe me cayó con una moto nuevecita de cumpleaños, ese sí fue un regalazo, casi me da el soponcio del susto"
Se dice cuando un regalo es tremendo, de los que te dejan loco, ya sea por lo grande, lo caro o lo inesperado. Es el típico aumentativo con -azo para remarcar que fue un detallazo de verdad. Vale para una arepa extra, una bolsa de mercado o hasta un carro usado. Y sí, da gusto presumirlo.
"Chamo, el pana se apareció con una caja de tequeños y una Pepsi bien fría, eso sí fue un regalazo, vale, me salvó la tarde."