En Santa Fe y en buena parte de Argentina, estar chocho es estar re contento, feliz como perro con dos colas. Se usa cuando algo te salió tan bien que andás con una sonrisa pegada todo el día. Es alegría pura, medio infantil incluso, de esas que se notan a kilómetros. Y la verdad, da gusto ver a alguien así de chocho.

"Cuando le llegó el sueldo con aumento y encima le invitaron un asado, el tipo estaba chocho, caminaba por la peatonal silbando como si hubiera ganado la lotería"

Se dice cuando alguien está muy contento o satisfecho, como en una nube de felicidad.

"Desde que Pepe se compró la moto, anda todo el día chocho como perro con dos colas."

Se dice de alguien que está despistado o medio loco, como si se le hubieran ido un par de tornillos.

"El abuelo está tan chocho que el otro día intentó encender la tele con el control del aire acondicionado."

Significa que alguien está muy feliz, tan contento que parece desbordado de alegría.

"Después de aprobar el examen, Juan estaba chocho; parecía un pibe con juguete nuevo."

En Argentina se usa para decir que alguien está muy feliz, re contento, casi explotando de alegría y orgullo. Suele aparecer cuando pasa algo muy bueno en la familia, en el laburo o con algún logro personal. Es una forma cariñosa y bien cotidiana de remarcar que a la persona se le nota la sonrisa hasta en la nuca.

"Desde que le dieron el ascenso, el viejo está chocho, va al laburo silbando y hasta le invita facturas a todo el mundo en la oficina."

En Salta se dice estar chocho cuando alguien está re feliz, casi explotando de alegría, con una sonrisa que no se le borra ni a palos. Es ese estado en el que todo te parece genial y andás repartiendo buena onda por todos lados. Es como estar flotando, y la verdad es que contagia bastante.

"Cuando le dijeron que había salido campeón Central Norte, el viejo estaba tan chocho que invitó empanadas a todo el barrio y hasta se puso a zapatear en la vereda"

Se dice cuando alguien está re contento, feliz de la vida, como con una alegría medio infantil que no le entra en el cuerpo. Es ese estado de andar con sonrisa boba porque te salió algo buenísimo, te dieron una buena noticia o te ligaste un premio. Ojo, según el país puede sonar distinto, pero acá va por el lado de estar encantado.

"Desde que se ganó el sorteo del asado gratis por un mes, Juan anda chocho, le sonríe hasta al perro y no suelta el mate."

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