Se usa para decir que alguien come como si no hubiera mañana, sin control y con un ansia que da hasta risa. Suele salir en comidas familiares, fiestas de pueblo o cuando la mesa está tan llena que parece reto. Es como declararse en guerra contra la bandeja. Y oye, a veces sienta hasta terapéutico.

"En las fiestas del pueblo puse piñata con los pintxos, los talos y la tarta de queso de la amona, acabé tan redondo que ni para el aurresku me levanté."

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