Peleíto
Se le dice a alguien que va con el cuchillo entre los dientes, siempre buscando bronca o discutiendo por cualquier tontería. No hace falta que llegue a las manos, con que esté picón y saltón ya vale. Suele ir con tono de aviso, tipo: ni le toques el tema, que se enciende.
"Ni le saques lo de la herencia al Dani, que está peleíto y en dos minutos te monta un pollo en el bar como si fuera el fin del mundo."
Echar fuente
Se dice cuando alguien se pone a exagerar a lo bestia o a inventarse cosas con toda la cara, como si estuviera soltando un chorro de historias sin parar. Vamos, que adorna tanto el cuento que ya no sabes qué es verdad y qué es puro teatro. Muy de vacilar y de dejar al cuentista retratado.
"Mira al Juan, otra vez echando fuente: que si ayer levantó una vaca él solo y luego se fue tan pancho a tomar un blanco."
Estar en la cueva
Se dice cuando alguien está totalmente fuera de onda, desinformado o viviendo en su mundo, como si se hubiera metido en una cueva y no le llegara ni el WiFi. En Santander también vale para el que no se entera de los chismes del barrio o de lo que se cuece en las fiestas. Vamos, que va tardísimo.
"No estés en la cueva, chaval, que en Santander ya se ha enterado todo el mundo de quién ganó en las fiestas y tú todavía preguntando si eran hoy."
Pegarse un garrotazo
En Santander se dice cuando te pillas una borrachera de las que hacen historia. No es solo beber, es acabar con lagunas mentales, anécdotas vergonzosas y algún karaoke improvisado a grito pelado. Suele ir con el verbo pegarse, en plan pegárselo bien fuerte. Al día siguiente lo cuentas entre risas y con resaca criminal.
"El viernes me pegué un garrotazo que acabé cantando a pleno pulmón y bailando encima de la tarima del bar, y el portero ya me miraba como si fuera parte del show."
Piernocas
Apodo medio en broma para alguien con las piernas largas y flacas, de esos que parecen un flamenco andando por la calle. Se suelta entre colegas para vacilar sin mala leche, como diciendo que el otro es puro palo y zancada. No es insulto serio, más bien cachondeo de barrio con cariño.
"Mira al César, el piernocas, que va a zancadas por la cuesta como si tuviera muelles. Luego dice que está cansado y ni se le nota, el tío."
Pelaíta
Se dice para referirse a una cría o chiquilla, normalmente con cariño y un puntito de guasa. Puede ser la niña de la familia, la hija de un vecino o cualquier peque que va siempre a su bola. A veces también sugiere que es inquieta, traviesa o un pelín respondona. Vamos, un torbellino en miniatura.
"La pelaíta del quinto no para quieta, se ha subido al árbol del parque y ahora dice que baja cuando le traigan un helado."
Pasarla canuta
Cuando alguien está pasando por una situación muy complicada o difícil, tanto que no queda más remedio que reír para no llorar.
"Ayer me quedé atrapado en el ascensor con la compra y sin batería en el móvil... ¡La pasé canuta, primo!"
Poner la trucha
Se dice para pedirle a alguien que espabile y preste atención, como un “ponte las pilas” pero con sabor cántabro. Vale para clase, curro o cuando te están contando algo importante y tú estás en Babia. Suena medio absurdo, y justo por eso entra sola. Úsala con confianza.
"Juancho, deja el móvil un segundo y pon la trucha, que el profe ya dijo dos veces lo que entra y luego lloras con el examen."
Como arroz en bajo
Se dice de alguien que aparece en todos lados y se mete en todos los fregados, aunque nadie le haya llamado. Vamos, el típico que hoy está en el bar, mañana en la peña y pasado organizando la fiesta del pueblo. Tiene un puntito de cachondeo y de reproche, pero con cariño.
"Juanito anda como arroz en bajo: ayer en la bolera, hoy de DJ en el garito y mañana en la comisión de fiestas, y luego dice que no tiene tiempo."
Sonar la flauta
Se dice cuando alguien consigue algo de chiripa, sin esperarlo y casi sin merecerlo, como si la flauta sonara sola. Vamos, que no es talento ni plan maestro, es suerte pura y dura. Suele llevar un puntito de vacile o envidia sana, porque a veces la vida premia al que menos se lo curra.
"El Dani no había abierto el temario y va y saca un 6 raspao. En el bar todos flipando: hoy le sonó la flauta, macho."