En Nicaragua pisto es la forma coloquial de decir dinero, la plata, los billetes para gastar. Se usa en el día a día entre colegas, familia y en la calle, y puede sonar muy relajado o con tono de queja según el contexto. Es de esas palabras que salen solas cuando andás pelado y el bolsillo hace eco.
"Mae, quería ir al concierto pero ando sin pisto, ni para el bus tengo, mejor me quedo en la casa viendo novelas con mi mamá."
Se usa para referirse al alcohol o a las bebidas alcohólicas en general, en plan compa y con tonito travieso. Es como decir cheve, chupe o trago, pero más norteño. En Baja California lo oyes mucho en la carne asada o la peda. Y sí, cuando alguien dice pisto, rara vez habla de agua.
"El sábado hay carne asada en el patio, tú nomás cae con hielo y el pisto, que sin eso la raza se me agüita bien gacho."
En Guatemala pisto es la forma más común y relajada de hablar de dinero, ya sea efectivo, salario o lo que llevás en la billetera para el fin de semana. Es palabra de diario, de mercado, de cantina y de bus urbano. Si no tenés pisto, no hay tacos, no hay chelas y toca quedarse viendo Netflix robado, la pura verdad.
"Mirá vos, ando sin nada de pisto, si querés salir invitate las chelas hoy y cuando me paguen te devuelvo, si es que no me lo gasto en tamales primero."
En Guanajuato pisto es la lana, la feria, el dinerito que traes encima para armar el desmadre. Si andas con pisto es que no estás en la ruina y puedes invitar algo, desde unas chelas hasta los tacos de la madrugada. Es mucho más sabroso decir pisto que soltar el aburrido tengo dinero.
"Traigo tanto pisto en la cartera que ya parece ladrillo, al rato invito las chelas y hasta los tacos al pastor, nomás no se me vayan a poner muy fifís."