Hace un norte
En el norte de México se dice cuando entra un "norte": un ventarrón frío, seco y bien castroso que baja la temperatura de golpe. No es que estés en el Polo, pero sí te deja temblando y con ganas de cobija todo el día. Se usa mucho en plática diaria cuando el clima se pone rudo.
"No hombre, hoy sí hace un norte bien gacho: salí por tortillas y regresé con la cara tiesa, ya mejor me quedo en la casa con cafecito."
Chiflar
En Nuevo León, además de “silbar”, chiflar puede ser andar de payaso, hacerse el listo o meter relajo cuando la cosa va en serio. Es como no tomarte nada con tantita seriedad y querer llamar la atención. Ojo, porque suena a regaño directo y te lo sueltan cuando ya estás colmando la paciencia.
"Compadre, no andes chiflando en la junta, que el jefe ya te trae en la mira y al rato te saca a regaños delante de todos."
No levanta ni el polvo
Se dice de alguien que anda sin pila, sin ganas y sin fuerza ni para lo básico. Puede ser por desvelo, por andar crudo, por cansancio o porque le pegó la flojera bien macizo. Vamos, que está tan apagado que ni caminando hace polvadera. Suena muy norteño y bien gráfico.
"Compadre, después de la carne asada de anoche andas que no levantas ni el polvo. Mejor siéntate, tómate un suero y deja el mandado pa’ mañana."
Hacer el títere
En Nuevo León se usa para decir que te vas a arreglar bien, ponerte guapo o vestirte con todo para salir. Es como dejarte al cien, peinarte, perfumarte y escoger outfit como si fueras maniquí de aparador. Suena medio burlón, pero con cariño, porque todos hemos hecho el títere antes del antro.
"Es viernes, compa, y hay antro. Déjame hacer el títere tantito, me peino, me pongo perfume y saco la camisita chida pa' no verme bien equis."
Eres bien máquina
Se le dice a alguien cuando se rifa durísimo y hace algo con un nivel casi automático, como si fuera una máquina que no falla. Es un halago bien norteño, muy de compas, para reconocer que alguien trae talento o anda en modo pro. Suena chido y levanta el ánimo, la neta.
"¿Viste cómo arregló la troca con un alambrito y una pinza? No manches, compa, eres bien máquina, ni el mecánico del barrio."
Derrocar la fiesta
Se dice cuando alguien llega a la peda o a la reunión y, en vez de sumarse al cotorreo, tumba el ambiente con su mala vibra. Es como si le quitara la corona a la diversión: empieza con caras largas, quejas y comentarios aguafiestas hasta que todos se quedan bien sacados de onda. Bien típico para señalar al que arruina el mood.
"No invites al Juan, compa: cae y en cinco minutos ya derrocó la fiesta con sus quejas, que el calor, que la música, que todo está caro."
Agarrar la curvatura
Se dice cuando alguien por fin le agarra el modo a algo y entiende la idea, sobre todo si estaba medio enredado o le costaba un buen. Es como decir que ya cachó la onda o que ya le cayó el veinte. Muy de andar explicando y explicando hasta que, ahora sí, se alinearon los cables.
"Le estuve explicando el Excel como una hora y ya andaba bien perdido, pero con un cafecito por fin agarró la curvatura y lo sacó al tiro."
Dar el charolazo
Se dice cuando por fin te cae el veinte y entiendes algo que traías atorado, como si de repente se prendiera el foco. La idea viene de “charolear”, dejar algo bien brilloso, y aquí es dejar la mente pulida: ya agarraste la onda y todo cuadra. Muy de NL y bien útil para la escuela o la chamba.
"Traía el Excel hecho bolas, pero el compa me explicó dos fórmulas y ahí sí, ya di el charolazo y saqué el reporte en friega."