Se usa para hablar de una siesta corta pero sagrada después del almuerzo, cuando el sueño pega fuerte y el cuerpo pide cama sí o sí. No es dormir la tarde entera, es solo una horita para recargar pilas y quedar como nuevo. Y la verdad, quien no se toma una horita a veces, no sabe vivir bien.

"Oye, después de ese plato de cazuela que me zampé donde la tía, me voy a tomar una horita porque ando con la modorra pegada y ni pa' pararme a ver las vacas tengo ánimo"

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!