Se usa en Cundinamarca y en general en Colombia para reaccionar a algo que impacta fuerte, ya sea una cosa muy dura, muy complicada o muy impresionante. Puede ser para algo bueno o para una situación bien jodida. Es como soltar un grito de sorpresa con sabor bien colombiano, y la verdad es que suena sabroso.

"Parce, cuando me dijeron que el arriendo subió un millón, yo quedé tieso y solo solté: ¡Qué vaina tan verraca, ahora sí me tocó vender hasta la bici!"

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!