Fue un trancazo

Algo que dejó mucha huella o impresionó bastante, como cuando la fiesta fue épica o una noticia te deja boquiabierto.

"Ayer el concierto de la banda fue un trancazo, todavía tengo los pies destrozados de tanto brincar."

Corazón de balché

Expresión dulce y muy yucateca para hablar de alguien súper querido, casi casi tu crush oficial o tu amorcito eterno. Balché es una bebida tradicional maya, así que decir corazón de balché suena a cariño profundo con sabor a selva, hamaca y tarde calurosa. Es cursi, sí, pero de esa cursilería rica que hasta da gusto presumir.

"Ya compré boletos para el cine, pero si mi corazón de balché no viene, mejor me quedo en la hamaca con mi agua de chaya y mis dramas mentales."

Estar chirris

Se usa para decir que estás muy descansado o de chill, sin ninguna preocupación.

"Después de esa comida y la siesta que me he pegado, me siento bien chirris."

Andar voladísimo

Tener la cabeza en las nubes, despistado total. Cuando alguien está más perdido que un pulpo en un garaje.

"Compadre, te vi en la plaza ayer y te saludé veinte veces... ¡andabas voladísimo!"

Andar como palo de Chacá

Dicho sobre alguien que anda muy tieso, recto o sin flexibilidad, ya sea por nervios, miedo o simplemente porque va apretadísimo con tanta tarea.

"Cuando le dijeron que tenía que exponer frente a la clase entera, Juan andaba como palo de Chacá, pobrecillo."

Sumarse a la fiesta

Expresión usada para referirse a unirse de manera repentina e inesperada a una celebración, como cuando llegas por sorpresa y ya eres el alma del jolgorio.

"No lo pensó dos veces y se sumó a la fiesta en la casa de Juan sin avisar. Al rato ya estaba en la pista enseñando cómo se baila cumbia."

Andar como tercero en fiesta ajena

Significa estar metido en un lugar o situación donde no pintas nada, como un colado que nadie invitó.

"Alberto fue a la reunión de antiguos alumnos y nadie lo reconocía, andaba como tercero en fiesta ajena."

Chiclería

Se refiere a alguien que quiere estar en todas partes, siempre metido hasta el fondo en todo lo que pasa, como chicle pegajoso.

"Juanito es una chiclería total, ayer estaba en la fiesta, en el partido y hasta en la reunión de vecinos. ¡No se pierde una!"

Tener la campechana

Se dice cuando alguien tiene mucha hambre, como una urgencia estomacal al estilo yucateco.

"Híjole, traigo la campechana a todo lo que da, vámonos por unas marquesitas ¡pero ya!"

Diente de leche

Se le dice a alguien que es muy joven o inexperto en algo, como diciendo que aún está verde.

"No te preocupes si no entiendes el tema del trabajo, tú todavía andas de diente de leche, ¡ya aprenderás!"

Andar con la chácara abierta

Cuando alguien anda por ahí boquiabierto o distraído, como perdido en su propio mundo.

"¡Ay, Juanito! Deja de andar con la chácara abierta y fíjate bien antes de cruzar la calle."

Juntar los trastes

Cuenta una leyenda urbana: 'juntar los trastes' es el arte de darle largas a alguien, especialmente cuando te proponen salir y no tienes intenciones, pero tampoco quieres ser directo.

"—¿Oye, qué tal si salimos mañana? —¡Claro! Déjame ver si por fin puedo juntar los trastes. Ya te aviso."

Echar la banda

Decir que vas a dejar un lugar o una actividad porque estás harto o simplemente ya no te late seguir en el rollo.

"Ya todo estaba aburrido en la fiesta, así que decidí echar la banda y me fui para mi casa."

Reírse como un loco

Cuando alguien se ríe a carcajadas, sin control y casi llorando pero de pura risa. Vamos, que parece que le contaron el mejor chiste del universo.

"Ayer estuvimos viendo memes en casa de Lupe y acabé riéndome como un loco, casi me caigo del sillón."

Vacilar

En Mérida, vacilar es salir a rumbear duro, echar cuentos, reírse a carcajadas y dejar que la noche se te vaya volando sin darte cuenta. No es solo divertirse, es entrar en ese mood sabroso donde todo fluye, la música pega rico y hasta se te olvida que mañana madrugas. Y hay que admitir que cuando se vacila bien, se cura todo.

"Pana, anoche salimos a vacilar por el centro, entre birras, reguetón y chisme, y terminamos viendo el amanecer en la plaza sin saber ni qué hora era."

che'elel

Se usa en Mérida para decir que algo está facilito, que no tiene chiste y que lo haces sin despeinarte. Aunque en maya yucateco significa vacío, en la calle se usa para restarle importancia a una tarea o reto. Es como decir que está regalado, casi casi una burla de lo sencillo que estuvo.

"¿Pasar el examen de mate después de irme de peda al Malecón? Eso fue che'elel para mí, ni estudié y aun así salí con diez."

Pintarse un tenbale

Se usa para decir que alguien se larga de un sitio sin que casi nadie se entere, como que se esfuma con estilo. Es como hacer una retirada ninja, pero en versión de barrio. Normalmente implica que la persona pasa de la situación porque está aburrida o no le apetece nada quedarse, y la verdad es que suena bastante gracioso.

"La profe se dio la vuelta a escribir en la pizarra y el Chucho ya se había pintado un tenbale, seguro que se fue pa' la plaza a echarse unas frías con los panas."

Andar hecho leña

Se utiliza cuando alguien está súper cansado o agotado, como si acabara de arar mil hectáreas con un burro.

"Después de la caminata por el monte ayer, ando hecho leña. Ni para encender el televisor tengo fuerzas."

Cargar bultos

En Mérida, cuando alguien dice que va a 'cargar bultos', en realidad se refiere con guasa a ir al gimnasio o hacer ejercicio, sobre todo si es evidente que no lo hacen a menudo.

"Oye Juanito, ¿qué? ¿Hoy toca cargar bultos o vas a seguir de saladito viendo la tele?"

Mareado

En Mérida decir que alguien está mareado es como decir que anda todo despistado, en la luna, que no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor. No es que esté enfermo ni nada, solo que trae la cabeza en otro lado. Es de esas palabras que suenan suaves pero pueden ser un buen jalón de orejas.

"No manches, el Chucho anda bien mareado, le dije que fuera por las tortas y regresó con unas chanclas y un coco helado todo orgulloso."

Jalar un carro

Usado para referirse a alguien que se esfuerza mucho para sacar adelante algo, como cuando te toca empujar un carro cuesta arriba.

"Ayer Luis tuvo que jalar un carro en el trabajo porque todos le dejaron las chamba pesada."

Echar carrilla

Es el arte de vacilar a un amigo de manera bromista, sin mala intención. Es un ingrediente esencial en cualquier cotorreo y demuestra el nivel de confianza con tus compas.

"¡No manches, Carlos! ¿Otra vez te dormiste? Ya es hora que alguien le eche más carrilla para que se despabile."

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