En Nueva Esparta se usa para hablar de algo viejo, descuidado o medio en ruinas, sobre todo casas, ranchos o locales que dan pura lástima. Es como decir que está todo feo, parchado y a punto de caerse, aunque a veces se dice con cariño. Y hay que admitir que suena tan sabroso que provoca usarlo para todo.
"Chamo, pasé por la casa de Juan y eso está tan pichiruche que si sopla una brisita margariteña se viene abajo con perro, tele y la suegra adentro"
Usado para describir ropa ridículamente pasada de moda o estilismos estridentes dignos de un carnaval. Perfecto para cuando los atuendos parecen haber sobrevivido un tornado por los años 80.
"Juan se nos vino con un outfit tan pichiruche que hasta el payaso del circo salió aplaudiendo su combinatoria de colores imposibles."
Designa a alguien que se cree más conocedor o experto de lo que realmente es, siempre tirando de datos curiosos sin fuente confiable como si fuera el rey de la trivialidad.
"En la fiesta, Carlos soltó una teoría tan pichiruche sobre los ovnis que todos juraban que venía directo del canal de cigüeñas colombianas."
Se refiere a una persona torpe o que vive en la luna, siempre metiéndose en líos por andar despistada y no estar al tanto de lo que ocurre a su alrededor.
"No sé cómo Adrián todavía no ha roto la cafetera, con lo pichiruche que es siempre derrama la mitad del café fuera de la taza."
Se usa como apodo cariñoso para un niño chico, sobre todo cuando anda inquieto, haciendo travesuras o portándose medio mal, pero igual te da risa y no te sale retarlo en serio. Es como decir cabro chico o enano, pero con ternura y un toque de paciencia agotada.
"Oye, ese pichiruche se metió al gallinero, salió con una pluma en la oreja y todavía jura que no fue él, si es más pillo que la cresta."
Apodo jocoso para un amigo que intenta hacer chapuzas para arreglar cualquier cosa, pero el resultado siempre es un desastre.
"El Pichiruche de Manolo ha vuelto a intentar arreglar los enchufes y ahora, cada vez que enciendo la luz, suena una alarma de los años 2000."
Palabra usada para describir una situación surrealista o ridícula, generalmente acompañada de incredulidad por el caos inesperado.
"El otro día en la carretera había un pichiruche: una llama parada desafiando a los coches que frenaban."
Se usa para describir un vehículo, especialmente coches viejos, que funcionan por pura terquedad y cinta adhesiva, y suenan como si fueran a contar sus batallitas mecánicas.
"No me subo de copiloto en el pichiruche de Pepe; ese coche hace más ruido que un loro al arrancar."