Se usa para decir que alguien está medio chiflado, que no le da del todo o que hace cosas raras sin mucho sentido. Viene de la idea de que, si a una máquina se le afloja un tornillo, empieza a fallar. No es necesariamente un insulto heavy, más bien una cargada con humor.
"Che, si el Nico dice que va a cruzar a Uruguay nadando con una mochila llena de ladrillos, tiene un tornillo flojo, posta."
Se dice de alguien que está un poco ido, que suelta ideas raras o se comporta como si le faltara una pieza en la cabeza. No suele ser un insulto durísimo, más bien una forma de vacilar o señalar que alguien va a su bola. Vamos, que no está del todo fino y se nota.
"El Dani dice que va a montar un cohete en el balcón con cinta aislante. Te lo juro, ese tiene un tornillo flojo, luego pasa lo que pasa."
Se usa para decir que alguien está medio loco, chiflado o que hace cosas rarísimas, como si en la cabeza le faltara una pieza importante. No es un insulto hardcore, es más bien burla cariñosa, tipo este pana no está muy bien de la azotea. Y hay que admitir que la imagen del tornillo flojo es bastante gráfica.
"Vale, mi primo tiene un tornillo flojo, se puso a regañar a un cono de tránsito en plena avenida y después le pidió perdón como si fuera su jefe."
Se usa para decir que alguien está medio chiflado, que le patina un poco el coco o que tiene ideas bien raras. No es que esté loco de manicomio, pero sí que le falta apretar un par de pernos en la cabeza. Es de esas frases que se dicen con risa, aunque igual puede ir con su toque de mala leche.
"Oye, el Nacho quiere vender todo, irse a vivir a una combi y criar llamas en Chiloé, ese loco tiene el tornillo más que flojo, ya se le cayó hace rato."